Simplifican tecnología para expediente clínico electrónico

La empresa Xerox diseñó una tecnología dirigida a consolidar el expediente clínico electrónico en cualquier hospital, clínica y centro de salud, sin importar el tipo de infraestructura, además de que optimiza el proceso de digitalización del historial.

Proyecto inconcluso

En México ese expediente digital no se ha podido concretar debido a que resulta oneroso y a que la infraestructura hospitalaria carece de conexión a internet de alta velocidad para desplegar y monitorear el historial del paciente, incluyendo listas de medicamentos, cirugías, imágenes de tomografías, radiografías y diversos trámites, como los de incapacidad.

El proyecto de licitación para el expediente clínico electrónico, lanzado por mil 300 millones de pesos en 2012, no prosperó debido a que también se carecía de una base de datos fidedigna de los derechohabientes de IMSS, ISSSTE o Seguro Popular y a que tecnológicamente resultaba inviable en algunos hospitales y clínicas rurales.

Ante este panorama, la competencia entre compañías de informática ha propiciado el desarrollo de tecnologías más sencillas, accesibles y que no requieren de un equipo sofisticado de cómputo ni de internet de banda ancha.

Juan Antonio Gallont, director de ventas corporativas de Xerox México, explicó que desde hace un año esa empresa desarrolló tecnología dirigida a consolidar este tipo de expedientes en cualquier centro de salud, sin tener que modificar su infraestructura ni contar con un equipo amplio de trabajadores para vaciar los historiales de cada paciente.

Solución económica

La tecnología, llamada Solución para la industria de salud, consiste en instalar hardware y software —una computadora con su programa— en cada unidad médica.

El sistema solo requiere de una red de internet básica, inclusive casera, y no es necesario comprar equipos de cómputo modernos pues se puede trabajar con los que tienen actualmente los centros de salud, lo que permite que se pueda aplicar en zonas rurales.

Lo más importante, aseguró Gallont, es que esa tecnología resulta 10 veces más barata de mantener respeto a la existente. “Un expediente adecuadamente digitalizado, con todo el historial, incluyendo imágenes, con nuestro sistema cuesta 100 dólares anuales por paciente; mientras que el de la competencia oscila mil dólares anuales”, dijo en entrevista.

“El equipo para almacenar toda la información tiene un costo aproximado de 5 mil dólares y el proceso de captura lleva alrededor de tres meses, la mitad que los competidores, quienes tienen máquinas con costos superiores a los 15 mil dólares”, destacó.

El software, dijo, se maneja con claves simples de caracteres (usando un teclado normal) por lo que “el vaciado de información es sencillo, por ejemplo, los resultados de laboratorio se anexan en un segundo… Registra hasta dónde se encuentra el paciente cuando está en el hospital y requiere acudir a diversas áreas”, aseguró.

El sistema también detecta y localiza el destino de fármacos caros, incluso si estos se dirigen a un hospital en otro estado.

Rápido y seguro

El sistema de caracteres también es útil cuando se trata de una urgencia, ya que el personal de primer contacto tendrá en segundos la información del paciente sin que se lleve carnet.

Según Gallont, lo más importante es que los doctores podrán intervenir al paciente de inmediato porque conocerán detalles como a qué es el alérgico o qué tratamiento se le dio y no funcionó. Esto además puede reducir los errores médicos y salvar vidas.

Gallont precisó que la tecnología, que ya se usa en el sistema de salud francés, también cuenta con candados de protección de datos a efecto de evitar que haya hackeo o se haga mal uso de información confidencial.

“Hay diferentes niveles de seguridad para evitar un ataque de virus o un acceso no deseado. Todo esto se diseñó con base en la norma mexicana de protección de datos, incluso estamos a la espera de que se autorice el uso de la huella electrónica”, detalló.

El promotor de Xerox acotó que aún se encuentran en pláticas con laboratorios y hospitales del sector público y privado para poner a disposición de la red sanitaria mexicana esta tecnología, que además garantiza que no se roben patentes farmacéuticas, investigaciones universitarias o datos que puedan derivar en ataques biotecnológicos o fraudes financieros.